17 abr 2009

¿Quién sucederá a la vieja guardia?

Desde que lo conocí en un documental de la Productora de Programas del Pricipado sobre Chalgueiros y Ayalgas me sentí emocionalmente identificado con él... Por más que Feijoo dijera que los buscadores de tesoros asturianos estaban locos, creo sinceramente que es otro tipo de motivación intuitiva la que nos mueve que el anhelo meramente material del enriquecimiento propio... es la sincera convicción de que no conocemos prácticamente nada de nuestro pasado y somos pocos los que acabaremos dedicando la vida a esta motivación. Sus pequeños tesoros fueron grandes pruebas para mi... Sirva esta entrada de sentido homenaje a la vida de este hombre con el que me siento tremendamente identificado...

(La noticia es de La Nueva España de ayer...)

El ayalgueiro se va con su tesoro

Emilio Fernández Cuervo, buscador de oro, falleció ayer a los 88 años en la casa que guarda sus leyendas

Emilio Fernández, en la cocina de su casa, con su mujer al fondo. miki lópez
Soto del Barco, A. P. G.
La llama donde prendía la fuerza de Emilio Fernández Cuervo, «Milio'l Castro», se ha consumido. El ayalgueiro (buscador de tesoros) se apagó ayer a los 88 años en la misma casa que guarda sus leyendas y en la que repitió hasta la saciedad que los tesoros existen. «Muchos aparecieron, otros todavía no», aseguraba hace un año a este periódico. Es el mismo mensaje que transmitió desde la cuna a su nieto, el fotoperiodista Miki López, padre de dos niños.

Emilio Fernández se ha ido llevándose con él uno de los mayores tesoros, su compañía. De su boca brotó un sinfín de aventuras y odiseas, pico y pala en mano, que quedarán para siempre en la memoria de los suyos.

La iglesia de San Pedro acogerá a los cinco de esta tarde el funeral por el buscador de oro que deja viuda a Maruja Vega, su compañera y confesora infatigable, testigo de sus aventuras hurgando entre la tierra. En su mesita reposa todavía parte de una pipa con forma de la proa de un barco, uno de sus principales hallazgos. El ayalgueiro se va y se lleva su tesoro.

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