Hace unos días estuve en mi pueblo, donde viví momentos muy felices en mi infancia... libertad, exploración, juegos y alguna que otra travesura inconsciente (lo siento vecinos)... El caso es que en la zona hay varias cuevas de las que no me con
sta que se hayan inspeccionado... De hecho una de las casas de la entrada del valle se llama la Cueva... por algo será...
Lo cierto es que en unos 500 metros a la redonda me consta que hay en torno a unas 5 ó 6 oquedades... La verdad es que el enclave es impresionante. Por un lado delimita la zona del tazón de Posada de Llanera mientras que por otro lado está a las faldas de una de las principales cumbres del área litoral-central asturiana, que es visible desde infinidad de puntos de la geografía asturiana... Puestos a imaginar, sería uno de los principales puntos de vigilancia de aquellas sociedades prehistóricas que intentasen evitar incursiones hostiles por mar, ya que por tierra sería muy complicado sortear la barrera natural que suponen los Picos de Europa. No me cabe duda que muchas sorpresas se deben ocultar en este paraje y espero tener el tiempo y la energía vital para poder explorarlo en profundidad...
El otro día aproveché la visita para asomarme a una de esas oquedades que desde niño conocía pero nunca me había atrevido a explorar... Lo cierto es que se utilizaba como fuente para coger agua para el ganado pero lo que descubrí al ver lo que el flash me enseñó fue más que curioso...
Por un lado se ve el canal de salida de agua con una formación calcárea significativa de cristalización por el paso de los años depositando sedimentos... Pero a pesar de lo curiosa que es esta formación lo que más me llamó la atención fue la otra oquedad. Fue sorprendente ver aquella exactitud geométrica en la que se disponía, en línea recta y con una profundidad en la que no se llegaba a ver el final... Además fue muy curiosa la orientación. A pesar de que actualmente hay varias construcciones humanas con varios siglos de antigüedad que ciegan la posible visión desde ese hueco, de manera intuitiva se podía ver hacia donde se abría ese tunel... Colocado dentro la vista que se podría tener del exterior sería algo similar a esto...
En fin, a pesar de que en la fotografía próxima no se puede percibir con total claridad la sensación que produce (o que a mí me produjo) in situ fue un escalofrío revelador... Hace años que quiero saber que se oculta bajo la tierra a los ojos de los hombres actuales en esta zona de Asturias, en este enclave geográfico de tanto potencial. Quizá nunca llegue a descubrirlo, pero creo sinceramente que no es una casualidad que yo haya nacido con una vinculación tan potente a este sitio. Aquí os dejo la foto y os mantendré al corriente de mis avances... (lo cierto es que entre el trabajo y la organización de mi boda que tendrá lugar este verano, no puedo contar con el tiempo que me gustaría para indagar más en los temas que os presento en este blog). Seguimos en contacto...
sta que se hayan inspeccionado... De hecho una de las casas de la entrada del valle se llama la Cueva... por algo será...Lo cierto es que en unos 500 metros a la redonda me consta que hay en torno a unas 5 ó 6 oquedades... La verdad es que el enclave es impresionante. Por un lado delimita la zona del tazón de Posada de Llanera mientras que por otro lado está a las faldas de una de las principales cumbres del área litoral-central asturiana, que es visible desde infinidad de puntos de la geografía asturiana... Puestos a imaginar, sería uno de los principales puntos de vigilancia de aquellas sociedades prehistóricas que intentasen evitar incursiones hostiles por mar, ya que por tierra sería muy complicado sortear la barrera natural que suponen los Picos de Europa. No me cabe duda que muchas sorpresas se deben ocultar en este paraje y espero tener el tiempo y la energía vital para poder explorarlo en profundidad...
El otro día aproveché la visita para asomarme a una de esas oquedades que desde niño conocía pero nunca me había atrevido a explorar... Lo cierto es que se utilizaba como fuente para coger agua para el ganado pero lo que descubrí al ver lo que el flash me enseñó fue más que curioso...
Por un lado se ve el canal de salida de agua con una formación calcárea significativa de cristalización por el paso de los años depositando sedimentos... Pero a pesar de lo curiosa que es esta formación lo que más me llamó la atención fue la otra oquedad. Fue sorprendente ver aquella exactitud geométrica en la que se disponía, en línea recta y con una profundidad en la que no se llegaba a ver el final... Además fue muy curiosa la orientación. A pesar de que actualmente hay varias construcciones humanas con varios siglos de antigüedad que ciegan la posible visión desde ese hueco, de manera intuitiva se podía ver hacia donde se abría ese tunel... Colocado dentro la vista que se podría tener del exterior sería algo similar a esto...
En fin, a pesar de que en la fotografía próxima no se puede percibir con total claridad la sensación que produce (o que a mí me produjo) in situ fue un escalofrío revelador... Hace años que quiero saber que se oculta bajo la tierra a los ojos de los hombres actuales en esta zona de Asturias, en este enclave geográfico de tanto potencial. Quizá nunca llegue a descubrirlo, pero creo sinceramente que no es una casualidad que yo haya nacido con una vinculación tan potente a este sitio. Aquí os dejo la foto y os mantendré al corriente de mis avances... (lo cierto es que entre el trabajo y la organización de mi boda que tendrá lugar este verano, no puedo contar con el tiempo que me gustaría para indagar más en los temas que os presento en este blog). Seguimos en contacto...
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